VOLODIA, CULTO Y TODO UN SEÑOR
VOLODIA, CULTO Y TODO UN SEÑOR Lillian Calm escribe: “Por mero contraste releí una entrevista que le hice illo tempore a otro comunista: el entonces senador Volodia Teitelboim (1916-2008) , emblema del partido. ¡Qué diferencia! Era realmente culto, a pesar de que uno podía disentir de su pensamiento”. Qué aburridas y monolíticas resultan las declaraciones de los comunistas. Hasta ellos parecen haber decaído en nuestro ya tan alicaído país: ese partido rojo sigue siendo rojo (no nos equivoquemos), pero hoy luce hasta grisáceo. Grises sus líderes, grises sus contiendas internas, gris su XXVII Congreso del Partido, que acaba de terminar. Lo único que se salió de tono, a mi parecer, son las reminiscencias del estallido. No sé si entendí bien, pero su anacrónico mandamás destacó que el desafío es volver a los movimientos sociales para organizar el descontento social hacia un proyecto de profundos cambios sociales (ni la redacción l...