SE LES ADELANTÓ ERÓSTRATO
SE LES ADELANTÓ ERÓSTRATO Lillian Calm escribe: “ Pareciera que nosotros, deslumbrados por tanta red social del futuro, ignoramos hasta los nombres del pasado. Como el de Eróstrato, que incluso fue ocultado para impedirle pasar a la fama. Sin embargo, finalmente, lo consiguió. ¿Qué querían el ex bombero y el ex funcionario de Conaf? ¿Qué buscaban y, junto con ellos, quizás otros cuántos que no han sido apercibidos todavía?”. Al bombero (ex, por supuesto) y al funcionario de Conaf (ex, también, por supuesto), se les adelantó Eróstrato. No era bombero ni funcionario de Conaf, sino pastor. Pero quería pasar a la fama. Y pasó… como pirómano. Por eso quienes aventuran con fuego nada tienen de pioneros. Reitero: se les adelantó Eróstrato. Muchos no lo habrán oído ni siquiera nombrar, aunque hasta Irene Vallejo le dedica unos párrafos en El infinito en un junco: “Su nombre maldito era Eróstrato. En su memoria el deseo patológico de popularidad ha venido a llamarse síndrome de Eróstra