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Mostrando entradas de julio, 2020

SALVA A TU PUEBLO QUE CLAMA A TI

  Lillian Calm escribe: " Hoy quizás necesitamos hechos sobrenaturales porque la humanidad sigue sedienta. Nuestro país sigue sediento. Ello a pesar de que quizás, desde lo Alto, ya se nos ha dado demasiado. Releo la historia de la Estampa Volada...". En pandemia, con una crisis económica progresiva y una clase política que hace agua, más un país en regresión, me convencí de que no todo está perdido. Que Chile tiene quien lo salva, esa es la palabra, en todas las batallas. Y para ello no hay sino que rememorar el amparo con que la Virgen del Carmen nos ha protegido durante nuestra historia patria. No obstante ni siquiera se sabe a ciencia cierta desde cuando los fieles chilenos, y también, ¿por qué no decirlo?, algunos no fieles, comenzaron a implorar: “Virgen del Carmen, Reina de Chile, salva a tu pueblo que clama a ti”. La Cofradía Nacional del Carmen encargó a Myriam Duchens, autora de  La Virgen del Carmen en Chile: historia y devoción  (un libro con ilustraciones maravil

ABRIDO

  Lillian Calm escribe: “Como en estos últimos días, a ratos, he tenido ganas de llorar, he preferido reír… y por eso he accionado una y otra vez la grabación para volver a imponerme de que, en apenas un puñado de palabras, quien se presenta como ‘autor de este proyecto’, comete dos faltas”. El presidente de la Cámara de Diputados, desde la testera, dio formalmente la palabra a uno de los honorables, quien se la tomó de inmediato (porque, qué mejor para un diputado que le ofrezcan la palabra). Este con tono solemne enunció: “Gracias, presidente: como autor de este proyecto (el retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones), lejos de avergonzarme, lejos de intimidarme por LAS editoriales de los diarios y por la acción de los lobbistas , me siento orgulloso del debate que hemos ABRIDO…”. Como en estos últimos días, a ratos, he tenido ganas de llorar, he preferido reír… y por eso he accionado una y otra vez la grabación para volver a imponerme de que, en apenas un puñado de palabras

EL PODER PARLAMENTARIO MÁS QUE EN ENTREDICHO

  Lillian Calm escribe: “¿El título del libro?  Se hace tarde y anochece.  Son varios capítulos independientes entre sí y me puse a leer aquel en que el libro se me abrió solo:  Los errores de Occidente . No podía creer que me respondiera a tantas inquietudes atingentes al momento político actual y por eso decidí citar algunos de sus párrafos”. Me impuse por la radio de que el jefe de una bancada -ya no sé ni siquiera de qué partido- de la Cámara de Diputados (y no pienso agregar “ y Diputadas”) llamaba (espero haber oído mal) a “respetar la violencia” de los opositores, en las horas previas a la votación de ayer en el Congreso. Y no pude dejar de pensar: “Qué mal estamos”. Qué diferencia con el Congreso de antaño en que moros y cristianos se respetaban y eran respetados y, sobre todo, se ceñían a los mandatos constitucionales. Tampoco –y hoy día es preciso reconocerlo- se disfrazaban, pues realmente no tenían necesidad. Apagué la radio y tomé el primer libro que encontré a mano para e

GERMÁN DROGHETTI SIGUE SORPRENDIENDO

  Lillian Calm escribe: “…aunque no nos veíamos más que muy de tarde en tarde, nos escribíamos mails y Whatsapps, los que intercambiamos hasta esos últimos días en que ya se encontraba la Clínica Santa María donde murió a los 62 años contagiado por el Covid-19 y conectado a un respirador. Esos mails eran muy variados”. Fue hace como treinta años. En un intermedio del Teatro Municipal se me acercó, se presentó y en un aparte (estábamos en un grupo) me dijo que había leído con mucho interés el libro que yo había escrito sobre los años en Chile de quien sería el futuro Pío IX. Ello porque estaba muy emparentado con sus propia familia. Recuerdo dos hechos: el primero, que días después terminé tomando té cerca de la Plaza Bulnes en el departamento de sus dos tías mayores, quienes me mostraron cartas y fotografías de sus antepasados. Era cierto. El parentesco con el Papa era muy cercano. Segundo: nació mi amistad con Germán que, aunque no nos veíamos más que muy de tarde en tarde, me comenta

GEORG RATZINGER DEJÓ UN LIBRO SOBRE SU HERMANO

  Lillian Calm escribe: “Da la casualidad que hace exactamente ocho años, en julio de 2012, escribí una columna que se titulaba: ‘Georg Ratzinger habla de su hermano, el Papa’. Y lo hacía a través de un libro-entrevista que se publicó entonces: ‘ Mi hermano, el Papa’. Era nuevamente un periodista germano el que se enfrentaba a un Ratzinger: esa vez, Michael Hesemann”. Prudente, discreto como siempre en su vida, el Papa emérito viajó a la antigua Ratisbona a despedirse de su hermano Georg, de 96 años y ya muy enfermo. El viaje a ese estado federado de Baviera fue brevísimo: desde el jueves 18 de junio hasta el 22. Una semana más tarde se conocía la muerte del sacerdote y también músico Georg Ratzinger. Da la casualidad que hace exactamente ocho años, en julio de 2012, escribí una columna que se titulaba: “Georg Ratzinger habla de su hermano, el Papa”. Y lo hacía a través de un libro-entrevista que se publicó entonces: “Mi hermano, el Papa”. Era nuevamente un periodista germano el que se