Y EL PORQUÉ… NUNCA LO SUPIERON
Y EL PORQUÉ… NUNCA LO SUPIERON Lillian Calm escribe: “ Me ha parecido como si una parte significativa de una nación, alguna vez una población católica, se avergonzara de ser cristiana. Me pregunto: ¿cuán lejos nos han llevado estas consignas, que ya de nuevas tienen bien poco? ¿Les debemos a ellas la escasez de pesebres en las ciudades y, peor aún, en tantos hogares? ¿Hasta en la publicidad de las empresas? ¿O, también, en el cambio hasta de la letra de los ya seculares villancicos, que se han transformado en ruidosos jingles paganos?”. Nunca supieron el porqué de esa carrera loca que ya ha ido amainando. Miro para atrás -hasta hace solo unos días- y veo malls abarrotados, regalos, cintas y muchos papeles multicolores. Hay festejos, bulla. Pero casi, casi nada más. ¿Qué le pasó al mundo para tanto festejo? ¿Qué le pasó a Chile? Nunca lo supieron. Nunca supieron el porqué de la Navidad. Algunos, sí, pero lo disimularon. Otros prefirieron seguir...