ANTI HOMENAJE AL CONGRESO NACIONAL
Lillian Calm escribe: “El fin era trabajar un día menos (a pesar de que faltaba muy poco, apenas una semana, para trabajar ese día menos), y darle así a los chilenos unas precipitadas y apresuradas veinticuatro horas de descanso. Una pregunta: ¿qué haríamos si los médicos, junto a todo el personal sanitario, se tomaran ese día -total, están en su derecho porque es feriado legal- y dejaran botadas urgencias y unidades de cuidados intensivos?”. Me ha dejado más que boquiabierta la eficacia de nuestro Congreso Nacional. De nuestro segundo poder del Estado. Qué celeridad, disposición y unidad de criterios demostraron todos los parlamentarios, desde la A hasta la Z, para aprobar en menos de un santiamén un nuevo feriado legal. Si ni siquiera tuvieron problema para ponerse de acuerdo con el Gobierno, frente al que suelen mostrarse tan esquivos. Todo fue en un clima de unidad: no les importó para nada la debacle económica y menos aún vivir agudos momentos de pandemia (¿sabrán que hay pa...