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Mostrando entradas de mayo, 2022

DIECIOCHO…

  Lillian Calm escribe: “Se habían visto y oído todo tipo de sandeces desde que se instaló la famosa Convención Constitucional. Y no me refiero a los disfraces y ni siquiera a la faramalla Rojas Vade.”. Cualquiera puede equivocarse. No hay que ser tan rigurosos… si, total, don Mateo de Toro y Zambrano ya no está para desmentir a nadie. Más encima, la Primera Junta de Gobierno sesionó en Santiago y sus miembros ni siquiera tuvieron la oportunidad de partir a otros lares -por ejemplo, a Antofagasta-, cual viaje de final de curso… como los convencionales de ahora. Pero lo curioso es que tal vez, mareado por esos aires nortinos, algún convencional con muy escasas nociones de historia, arremetió contra el Dieciocho. ¿Contra el 18 de Septiembre? Sí. Contra nuestro Dieciocho de Septiembre, aunque luego elucubrara un debilucho desmentido. Se habían visto y oído todo tipo de sandeces desde que se instaló la famosa Convención Constitucional. Y no me refiero a los disfraces y ni siquiera a la far

LOS PINTORES INGENUOS (NAÍFS) ENCUENTRAN AUTOR

  Lillian Calm escribe: “ Hurgué  en almanaques, enciclopedias, hasta en Google, ¡donde pude!, en busca de antologías de arte ingenuo universal. El resultado fue pobre, muy pobre, y ese es uno de los grandes méritos de esta obra, breve en páginas pero magna en contenido que hoy nos entrega Waldemar Sommer”. Esta columna estuvo a punto de ser una simple página en blanco. Un blanco virtual, claro está, pero llegué prácticamente a lo que los periodistas llamamos  hora de cierre  (cuando ya no se puede agregar ni una mísera coma) sin haber escrito un tema para esta semana. Estaba en otra… como se dice ahora. La culpa la tuvo Waldemar Sommer, el gran crítico de arte de  El Mercurio  desde 1976, quien tuvo una idea peregrina: que junto al editor de Artes y Letras y Cultura de ese diario, Daniel Swinburn, yo le presentara su libro más reciente,  Ingenuidad y creación , sobre arte ingenuo. ¿Dónde? En el Instituto Cultural de Las Condes. Ahí se exhibe una exposición sobre el tema… que ¡hay que

SUPERÁVIT… DE METIDAS DE PATA

  Lillian Calm escribe: “…es sano recordar algunas y para ello me saltaré todo orden cronológico. Eso sí, desde ya, pido perdón por la extensión de esta columna”. Si algo no soy es presuntuosa. Por eso no pretendo abarcar en un solo repertorio todas las metidas de pata que acumulan quienes nos gobiernan desde el 11 de marzo. Pero es sano recordar algunas y para ello me saltaré todo orden cronológico. Eso sí, desde ya, pido perdón por la extensión de esta columna. Empezaré por la que creo es una de las más recientes y su protagonista es alguien que se había mantenido incólume: la ministra de Desarrollo Social, Jeannette Vega. Sin embargo en una entrevista señaló que “todo el tiempo que estuvo el estado de excepción subió en 400% la violencia” en la macrozona sur. El ex titular de Interior le respondió: . “Un tema sensible como lo es la violencia en la macrozona sur exige precisión en las cifras. Durante el estado de excepción disminuyeron un 45% los hechos de violencia, se registró una

EL LAPSUS DE HIPÓCRATES

  Lillian Calm escribe: “ Me extraña que la doctora Millarai Abelleira, que ha sido destacada por su gran sentido social, en vez de atender a tantos enfermos que no encuentran cupo en los hospitales públicos, dedicara la tarde de un viernes a proporcionar el suministro para atizar el fuego en manifestaciones violentas”. Al recibirse de médico cirujano, Millarai Abelleira sin duda debió suscribir el juramento hipocrático, aquel inspirado por el facultativo de la Antigua Grecia que vivió en el siglo de Pericles. Sin embargo en estos días hemos sido testigos de un grave incordio que, tal vez, no se deba a la doctora Abelleira sino al propio Hipócrates ya que, a pesar de las centurias, hoy quizás se le pueda achacar un imperdonable lapsus. La doctora Abelleira, quien fuera candidata a convencional como independiente en un cupo del Partido Socialista, fue imputada por el delito de desórdenes públicos sancionados en el artículo 269 del Código Penal. Se dio un plazo de sesenta días para la in