Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2022

EL ADIÓS A BENEDICTO

  Lillian Calm escribe: “ Hoy quisiéramos dar ese sollozo inconsolable, dolido, que dio de niño quien llegaría a ser Papa y, también, uno de los grandes pensadores de nuestra época… al no encontrar el osito Tedd y ”. Hace, precisamente, dos años el tema de una de mis columnas fue el Papa Ratzinger. Era la Navidad de 2020 y me centré en un niño feliz, el menor de tres hermanos, que vivía en Marktl, municipio de la Alta Baviera, Alemania. Era feliz, pero enfermizo, lo que hizo que la familia se preocupara especialmente de él. Contaba en esa columna que los dos hermanos solían ayudar al pequeñísimo Joseph a cruzar la calle para contemplar los juguetes de una vitrina casi mágica que, como se acercaba la Navidad, se engalanaba de dorados y de abetos. Pero sin lugar a dudas lo que más fascinaba al niño Joseph era contemplar un osito que asomaba entre otros juguetes. Era de peluche y se veía amigable, muy amigable… hasta que un día una señora de la tienda Lechner salió a la calle e hizo pasar

NAVIDAD SIN COMPLEJOS

  Lillian Calm escribe: “He llegado incluso a viajar por Internet hacia campañas de marketing concebidas para celebrar la Navidad y solo me he encontrado con viejos pascueros, modelos ataviadas con un sombrero a lo Santa Claus, adornos preciosísimos para colgar del árbol de Navidad, pero como que todos parecen gritar: ¡disimulemos! ¡Aquí no ha nacido nadie!”. Desde hace muchos diciembres un elemento me llama poderosamente la atención: la ausencia del personaje principal. Del protagonista. O, más bien, del Protagonista con P mayúscula. Esto, confieso, ya se me ha vuelto en una especie de fijación. Me preocupa calibrar cuánto de lo que veo u oigo tiene relación con lo que celebramos…. Pero en el conteo siempre me va mal, con lo que he llegado a deducir que, a mi parecer, hay un complejillo dando vueltas y no vayan a pensar que… ¿Qué? Precisamente que nace el Niño Dios. He llegado incluso a viajar por Internet hacia campañas de marketing concebidas  para celebrar la Navidad  y solo me he

HUMOR Y DRAMA EN PERÚ

  Lillian Calm escribe: “Una salida que en un principio parecía incruenta –si no fuera por el jamás extinguido terrorismo- ha llevado a los peruanos a gastar energías en la invención de memes y chistes, porque humor y drama suelen estar emparentados”. El sino parece confirmar que cuando una autoridad ataca a la prensa, cae no la prensa sino la autoridad. Fue a comienzos de este año. Un periodista le preguntó al entonces Presidente del Perú Pedro Castillo si le había mentido al país en unas declaraciones a la Fiscalía por determinados casos puntuales (entre otros, los ascensos en las Fuerzas Armadas), y Castillo pronunció la frase fatídica: “Esta prensa es un chiste”. Desde el viernes a mediodía otros vientos corren en el Perú. En lo grueso sabemos que Castillo cayó enredado en su propia trama y, mientras los politólogos analizan un desenlace que veían venir, el peruano de la calle, quizás para apaciguar nervios, inventa más y más chistes en torno a ese ahora ex mandatario procedente de

BOLIVIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS

  Lillian Calm escribe: "Bolivia podría ser grande, pero no lo es. No siempre los mejores han sido sus presidentes, flagelo no del todo ausente en nuestra América Latina. Y lo peor, Bolivia no ha dejado de mirar para el lado, siempre hacia Chile Que no nos quieren, es decir lo menos. Lo más nimio. Y ahí entonces nos pasamos esperando fallos y más fallos de cortes internacionales que si bien nos dan la razón, ellos hacen como que no entendieran razones. A mi modo de ver hablan desde la sinrazón…”. Dios no se equivoca y es por eso que bienvenida esa vecindad nuestra con Bolivia. Nos es positiva, porque todo es positivo en esta vida, hasta lo que menos imaginemos. En mi caso personal antes que nada aclaro que lo mejor de la historia de la cultura como un todo lo aprendí de un boliviano: Jorge Siles Salinas, que en 1964 dictó ese curso en la casi naciente Escuela de Periodismo de la Universidad Católica. Yo cursaba primer año. He entrevistado también a bolivianos cultísimos: un solo e

diciembre 01

  Lillian Calm escribe:  " ... me hartaron, aunque en rigor a la precisión -y, por supuesto, más que la ecología- me cansaron los ecologista.  Me preocupa el cambio climático, y si hay algo que estuviera de mi parte para evitarlo. al menos en un tris, por supuesto que lo haría; me encantan la naturaleza, los animales, las plantas, pero no se me ocurriría por eso irme al Museo de Bellas Artes, que está apenas a dos cuadras de mi casa, a lanzar mugre contra ninguna obra de las expuestas… ni siquiera contra las que no logro entender y que quizás progresivamente van siendo la mayoría   ". Leo: “Ambientalistas rocían con líquido negro una de las obras maestra del pintor Gustav Klimt en Viena:  Muerte y vida. Se trató del grupo Última generación, que reúne a activistas alemanes y austríacos”. Sigo leyendo: “Ecologistas miembros del grupo  Just Stop Oil  simulan ataque contra famosa obra de Vermeer en los Países Bajos. Dos miembros del grupo se acercaron a La Joven de la Perla en el