NO TODOS SOMOS LITERATOS

 

NO TODOS SOMOS LITERATOS

Lillian Calm escribe: “Al oír la noticia del asesinato de los tres carabineros, muy temprano el sábado en la mañana, me encontraba tratando de desentrañar, para una columna inicial (la de este jueves), el envoltorio al que recurrió el mandatario en la Enade 2024 para proponer, a los empresarios, una reforma del sistema político. Los envoltorios me superan”.

Por “aire, mar y tierra” dijo el Presidente que se buscará a los asesinos de los tres carabineros muertos en Arauco, en el aniversario de su institución.

¿Hasta dónde se llegará? ¿A dónde vamos?

Es la pregunta que se hace el chileno. Que nos hacemos los chilenos. Pero las respuestas de las autoridades ya nos suenan a meros lugares comunes. A figuras literarias sin originalidad alguna.

¿Hasta cuándo?

Al oír la noticia del asesinato de los tres carabineros, muy temprano el sábado en la mañana, me encontraba tratando de desentrañar, para una columna inicial (la de este jueves), el envoltorio al que recurrió el mandatario en la Enade 2024 para proponer, a los empresarios, una reforma del sistema político.

Los envoltorios me superan. Mucha metáfora y nulo contenido. El objetivo era decirle al auditorio que no se podía caminar separados (Gobierno y empresarios, me imagino), pero tanta alegoría me impidió asimilar la esencia de ese asunto.

Concluyo para mí: quizás esto también se deba a que no sé nada de fútbol.

Sintonicé especialmente ese Encuentro Nacional de la Empresa (Enade 2024) por su consigna  Contra el inmovilismo, pero me desconcerté (o descentré) cuando el Presidente, ya al comenzar su intervención preguntó a los asistentes:
 “¿Les gusta ir al estadio?”.

Y se respondió ante un enmudecido silencio: “A mí me gusta ir al estadio. Y trato de ir cuando el escaso tiempo que las responsabilidades del cargo me lo permiten. Y aunque no siempre gana mi equipo, como el fin de semana pasado, soy de aquellos que les gusta estar en las buenas y en las malas. Y si este fuera un partido de fútbol, podríamos decir que la previa ha estado caliente, declaraciones cruzadas, interpelaciones varias, y más de una provocación auguran un partido intenso, fuerte”.

Siguió: “Quizás hay algunos que esperan que así sea; pierna fuerte, mucho orgullo propio en cada equipo, ojalá tarjetas de distintos colores, que cada uno juegue para su hinchada, alejándose lo más posible de la del adversario”.

No tengo nada contra un deporte que, reconozco, encauza sanamente a quienes lo practican. Confieso, eso sí, que jamás he pisado un estadio para ver un partido y a ello, quizás, se deba que el discurso me haya dejado perpleja. Pero, total, no iba dirigido a mí. Era para los empresarios.

Llegué a pensar además (y, no oculto, con cierta sorna) que quizás el ministro de Economía, Nicolás Grau, había sido el ghost writer del escrito, no solo por pertenecer al grupo de amigos presidenciales, sino porque solo días antes se había ausentado nada menos que de la cena internacional minera Cesco Week 2024, una de las más importantes para su propia cartera…  porque tenía un partido de futbolito. ¿Habría ido a inspirarse para llenar las carillas del discurso ante la Enade?

El Presidente continuó su intervención e invitó al empresariado a “jugar no como adversarios, sino como una selección nacional”.

Estaba en eso, dándole forma a la que iba a ser una columna centrada en ese discurso, desentrañando metáforas, cuando nos llegó el pelotazo a todos los chilenos: tres carabineros acribillados, incendiados, se habían convertido en los nuevos mártires de la institución.

 

Lillian Calm

Periodista

02-05-2024

 

 BLOG: www.lilliancalm.com

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