PEINADOS, LACA Y GEL CON CARGO A LA PRESIDENCIA

 

PEINADOS, LACA Y GEL

CON CARGO A LA PRESIDENCIA

Lillian Calm escribe: “Son veintitrés peinados y maquillajes, más una que otra barba, a costa del erario nacional. ¿O habrá algún sensato que se opuso a ser atendido para evitar cualquier complicidad?”.

Ni siquiera el peligro de una tercera guerra nos debe distraer del análisis de los despilfarros criollos. Retrocedamos: no veo al sobrio Chile de otrora peinándose y menos maquillándose a costa del Estado para posar en La Moneda, en una fotografía oficial. Es por eso que me llamó tanto la atención analizar la orden de compra número 776-723-TD25, a nombre de la Presidencia, por $3.816.838 (a eso ascendió no sé por qué birlibirloque), para peinar y maquillar a los 23 ministros que posaron para la fotografía oficial con motivo de la Cuenta Pública 2025 del 1° de junio.

Todo me hace suponer que los ministros del actual gabinete, no sé por qué razón, no cuentan en sus residencias con las dependencias adecuadas para peinarse y maquillarse, pero eso ya es resorte de una indagación propia de un perito del Ministerio de la Vivienda.

Si echamos una mirada, por ejemplo, hacia mediados del siglo pasado, no veo a Carlos Ibáñez, ni menos a Jorge Alessandri o a Frei Montalva, por recurrir solo a tres ejemplos, citando peluqueros a La Moneda. Menos maquilladores. Y, ¿para qué? Para que, tras dispensar millonarios fondos, cual conjunto estelar hollywoodense, a los secretarios de Estado luego se los viera apenas como un insignificante punto más en el posado oficial de un total de veintitrés, ante la fachada, esta vez, de Cerro Castillo.

Son veintitrés peinados y maquillajes, más una que otra barba, a costa del erario nacional. ¿O habrá algún sensato que se opuso a ser atendido para evitar cualquier complicidad? Dividí la suma de lo cobrado ($3.816.838) por 23 ministros y me dio un total de $165.949,478. Cual experta en economía incluso me atreví a redondear en $165.950 (resulta más fácil). Eso por persona, sin contar al Presidente.

No sé si la empresa contratada sea demasiado onerosa o si los servicios fueron inconmensurables: quizás pidieron, además de lavado y peinado, reparación, nutrición, brillo, volumen, anticaspa… Puede haber tantos tratamientos más, como manicure por ejemplo. Asimismo hay que considerar el elevado precio alcanzado hoy día por los gel y las lacas importadas.

Me da lo mismo lo que hagan. Es la verdad. Pero sí me importa, y demasiado, que esos cuatro millones (menos doscientos mil) se hayan pagado con mis propias contribuciones. Eso me supera… y todo para quedar igualitos. Igualitos en su desempeño en un país en que se refleja muy bien cuánto maquillaje, pero maquillaje de verdad, requieren hoy día sus ministros.

 

Lillian Calm

Periodista

26-06-2025

 

 BLOG: www.lilliancalm.com

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