EL LAPSUS DEL PRESIDENTE
EL LAPSUS DEL PRESIDENTE Lillian Calm escribe: “No tengo nada contra las mascotas. Por el contrario, las quiero mucho. Pero me imagino que ese fue un lapsus linguae ( error involuntario que se comete al hablar , según la Academia) y que él quiso decir que entendía cuánto significan los niños para millones de familias en el país …”. Por más que releo la cuenta anual del Presidente Gabriel Boric, más me confundo. No le echo la culpa a él porque debe tener en su cabeza demasiados temas a la vez, pero sí a su corrector de pruebas (¿lo tendrá? Todos, en los diarios al menos, los hemos tenido…) y, en última instancia, a sus asesores más directos. Yo no perdía palabra de su discurso, el último de su período presidencial de cuatro años, cuando de pronto, con voz siempre de discurso, expresó que como entendía cuánto significan los animales de compañía para millones de familias en el país… como una forma de abordar esta realidad es que se construir...