ES UN BRUTO

ES UN BRUTO

Lillian Calm escribe: “No es un buen comienzo para el novel ministro de la Secretaría General de la Presidencia, aunque de novel tiene bien poco: fue presidente del Senado y anteriormente presidió el Partido Socialista”.

Es un bruto sentenció en voz baja, pero lo dicho… dicho está.
Nadie pensaba que el conciliador ex presidente del Senado iba a desbarrar en tan pocos días, ahora desde su nuevo sillón, situado en La Moneda misma: el Ministerio Secretaría General de la Presidencia.

Es un bruto fueron las palabras de Álvaro Elizalde para referirse al presidente de la comisión de Seguridad del Senado, Felipe Kast, cuando se discutía la Ley de Usurpaciones. Y Kast lo oyó.

¿Cuál es el origen del término bruto? En la antigua Roma se habría denominado así a los animales lentos, irracionales, testarudos. Pero también era el apellido de una renombrada familia, tanto que Bruto encarna a uno de los personajes que han servido de inspiración al Dante, Shakespeare, Quevedo, Borges y muchos más.

 

Hijo adoptivo de Julio César, además de convertirse en su asesino, al apuñalarlo Marco Junio Bruto alcanzó a escuchar de la víctima una de las frases más citadas de la historia: ¿Tú, también, hijo mío? 

No era meramente un asesinato. Implicaba también una traición.

 

Pero, ¿qué dicen  los diccionarios sobre el vocablo bruto?

Real Academia de la Lengua:

1. adj. Necio, incapaz. U. t. c. s.

2. adj. Vicioso, torpe, o excesivamente desarreglado en sus costumbres.

3. adj. Violento, rudo, carente de miramiento y civilidad.

4. adj. Dicho de una cosa: Tosca y sin pulimento.

Y hay otras acepciones:

El Oxford Languages se refiere a los adjetivos bruto, bruta como:

1.

[persona] Que hace uso excesivo de la fuerza, la emplea sin control o comedimiento o se comporta de manera maleducada o desconsiderada con los demás.

"¡qué bruta eres, me has hecho daño!"

2.

COLOQUIAL

[persona] Que no tiene inteligencia y, por tanto, tampoco conocimientos.

"no seas bruta: la llave se mete al revés”.

 

Aquí al parecer también hubo un problema con la posición de la llave, lo que no es un buen comienzo para el novel ministro de la Secretaría General de la Presidencia, aunque de novel tiene bien poco: fue presidente del Senado y anteriormente presidió el Partido Socialista.

 

A la platea -eufemismo para referirme a los chilenos que observamos día a día no solo meter la llave al revés, sino más exactamente las incesantes meteduras de pata de las autoridades (incluso de las más añosas, que se supone deberían tener una experiencias de décadas y que no forman parte de la patrulla juvenil)- se nos va agotando la paciencia.

 

Parece que entre Kast (Felipe) y Elizalde se arreglaron, ¿pero qué nos queda a nosotros? ¿Al público? ¿Todos lo días deberemos asistir a un nuevo vodevil?

Basta, ya…

 

Lillian Calm

Periodista

27-04-2023

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