DOS FRASES PARA BORIC

DOS FRASES PARA BORIC

Lillian Calm escribe: “Si bien se advertía (y las pruebas abundan) que al Presidente le hacían falta largas vacaciones, no es menos cierto que la magnitud del drama vivido en las tierras incendiadas, tal vez intencionalmente la mayoría, no podía sino obligar al mandatario a desplazarse in situ y retomar las riendas de un hecho que está por evaluarse. Repasemos frases declaradas por terceros a distintos medios periodísticos que hoy resultan absolutamente absurdas y anacrónicas”.

Mirando retrospectivamente hacia febrero me encuentro con dos frases que las autoridades repitieron y repitieron hasta el hastío.

La primera: que el Presidente Boric había viajado a Punta Arenas como un chileno más. Y, ¿como quién querían que viajara? Que yo sepa es chileno y, segundo, no iba a desplegar el avión presidencial sino, como lo hizo, recurrió a un vuelo de itinerario. ¿No lo han hecho así autoridades anteriores? Es decir, eso era lo normal. No lo extraordinario.

Pero luego vino una segunda frase repetida por los amanuenses sin descanso: que el Presidente había suspendido sus vacaciones. Solo cuando se empezó a medir la magnitud de la tragedia (que no lo hicieron desde un principio) se dejó de repetir esa cantinela porque, claro está, nadie podía imaginar un Chile quemándose en extensos territorios y un Presidente… de vacaciones. El que las suspendiera era lo lógico, es decir, tampoco fue la suya una hazaña excepcional.

Si bien se advertía (y las pruebas abundan) que al Presidente le hacían falta largas vacaciones, no es menos cierto que la magnitud del drama vivido en las tierras incendiadas, tal vez intencionalmente la mayoría, no podía sino obligar al mandatario a desplazarse in situ y retomar las riendas de un hecho que está por evaluarse.

Repasemos frases declaradas por terceros a distintos medios periodísticos, que hoy resultan absolutamente absurdas y anacrónicas:

“El presidente de Chile, Gabriel Boric, tomó este jueves un vuelo comercial hacia la Patagonia, en el sur, para pasar parte de sus vacaciones junto a su pareja, Irina Karamanos…”.

“El mandatario, que comenzó oficialmente su descanso el pasado lunes, hizo la fila correspondiente del check-in en el aeropuerto, donde conversó y se tomó fotos con varias personas”.

Sigo reproduciendo ahora de otro medio:

“Ayer jueves el mandatario iniciaba sus vacaciones en Punta Arenas, su ciudad natal, sin embargo, el acontecer nacional  (sic) lo hizo cambiar de postura y aplazará su descanso y retomará su trabajo para visitar los sectores más afectados por los siniestros durante esta semana”.

Continúo:

“Fue la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien informó que el jefe de Estado viajará en instantes a las regiones más perjudicadas por el rápido avance de las llamas”.

Me pregunto: ¿Cómo habría reaccionado el país si el Presidente no hubiera aplazado su descanso?

Hoy enfrenta una realidad: que la respuesta no fue rápida ni eficaz, pues todos conocemos a muchos que han debido enfrentarse a las llamas solos, muy solos, sin asistencia, sin fotografías oficiales y sin autoridades que hayan llegado a socorrerlos en una de las peores tragedias del último tiempo.

Se advierte que sobra juventud por no decir que falta experiencia… y me es difícil decir esto porque yo, al menos, tengo muchísima fe en los atributos, en las capacidades y en la entrega de nuestros jóvenes. Al menos este es un serio motivo de análisis. No sé si lograré desentrañarlo.

 

Lillian Calm

Periodista

02-03-2023

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