INGREDIENTES PARA UN PATO COJO

 

INGREDIENTES 

PARA UN PATO COJO

 

Lillian Calm escribe: “Cada día algún miembro del gabinete logra sorprenderme. Y mucho. Me abisma incluso el heroísmo de quienes tras una respetada trayectoria han llegado a aceptar alguna de esas carteras que han ido quedando vacantes”.

Si un elefante entra a una cristalería… Ya sabemos lo que ocurre y de ahí el dicho.  Poco queda en pie. Pero a veces la presencia del paquidermo no es necesaria para dejar la tendalada. Incluso se deben cuidar las palabras… y por asociación de ideas (dos más dos son cuatro) me acordé, en un santiamén, de  los conejos del ministro de Vivienda, Carlos Montes. 

Fue en el verano. Me dio cierto desaliento que él culpara a los conejos de los incendios forestales que arrasaron en el sur. Lo sentí más que por los conejos por él, que era un  político respetado por moros y cristiano, es decir, lo que se denomina una rara avis.

Sin embargo él fue quien en febrero pasado explicó la gravísima emergencia producida por esos incendios forestales, al detallar que los conejos, cuando parte un incendio, se queman y parten arrancado para las zonas donde no hay fuego y ellos llevan el fuego para el otro sector.

Ergo, los conejos son incendiarios.

Memes y más memes respondieron a una explicación que él, seguramente, consideraba rigurosamente científica.

¿Pero que le sucedió en los meses siguientes a nuestra rara avis, es decir, al eximio político?

Se pensaba que  finalmente renunciaría tras el escándalo que salpicó a su ministerio. Pero nada. Y ahora el detonante ha venido a ser el informe del Contralor que enreda a su cartera con Democracia Viva y demáses. Demasiados demáses.

Leí sus palabras en El Mercurio: No captamos el conjunto de forados y los riesgos que había de hechos de corrupción.

Singular: ¿los forados los habrán hecho los mismos conejos que provocaron los incendios en el verano?

Otro tema para memes.

 

Pero eso no es todo: casi simultáneamente también quedé perpleja ante la explicación de otra mano derecha de Boric: la de Carolina Tohá, no solo ministra del Interior sino vicepresidente de la República durante sus ausencias.

Al referirse al caso de los deportistas cubanos que desertaron tras los Panamericanos para solicitar refugio en Chile -nos hemos informado con asombro- llamó a no especular y sembró la duda (aunque no creo que nadie haya recogido su hipótesis) de que esos evadidos estuvieran haciendo turismo en Chile: Perfectamente pueden estar en Chile haciendo turismo.

No creo que los cubanos elijan el frío mar de nuestras costas para ir a bañarse a la playa. Tampoco que hayan ido a conocer las tierras de nuestro mandatario: también allá hace mucho frío. Quizás Temucuicui, en Ercilla, comunidad que hizo célebre la antecesora de la ministra Tohá… pero no me imagino que haya estado en sus planes. El turismo, ahí, no está ni siquiera en ciernes.

Supongamos más bien que se trata de equilibrios para aplacar al Partido Comunista. Y a Camila, por supuesto.

 

Sí. Cada día algún miembro del gabinete logra sorprenderme. Y mucho. Me abisma incluso el heroísmo de quienes tras una respetada trayectoria han llegado a aceptar alguna de esas carteras que han ido quedando vacantes.

¿Será porque este Gobierno me recuerda al pato cojo, ese síndrome político que ya sugirió hace más de un mes el Financial Times  y que suele surgir casi al final de los gobiernos, pero no tan prematuramente?

Solo es un síntoma de que se cojea… y a veces mucho.

 

Lillian Calm

Periodista

16-11-2023

 

 BLOG: www.lilliancalm.com

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