Hoy, cuando Oscar Godoy acaba de partir y uno de los grandes temas del día en el país es y seguirá siendo lo que denominamos la nueva Constitución, vuelvo sobre lo que fueron sus palabras en una entrevista que le hice hace más de tres décadas: 32 años para ser precisos.
Busqué esas páginas fechadas en junio de 1987, más de un año antes del plebiscito de octubre de 1988. Entonces él dirigía el Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica.
Doctorado en Filosofía en España, con estudios también en Francia, le pedí que me explicara casi científicamente el entonces proceso de sucesión presidencial que se nos avecinaba. Es decir, lo que el chileno medio englobaba como el ’89.
Fue realmente pedagógico.
Pero una digresión: cuando lo entrevisté habían pasado apenas unos pocos días, horas, desde que una chilena, por primera vez, había sido elegida Miss Universo y no pude dejar de preguntarle qué opinaba un cientista político sobre ese hecho:
-¿En qué quedó la mala imagen de Chile que nos impedía obtener éxitos? ¿Cómo se concilia este triunfo con el complejo de inferioridad nacional?
Y me reconoció:
-El chileno tiene un complejo de inferioridad muy marcado. Me ha llamado la atención la reacción de mis propios alumnos, que no esperaban que una chilena pudiera ganar un concurso de esta naturaleza. Cuando les he preguntado por qué, me responden que hay mujeres muy lindas en otras partes del mundo. Es curiosa la paradoja: decimos que tenemos unas mujeres espléndidas, por un lado, y por otro no confiamos en que ellas puedan alcanzar un lugar destacado en el escenario mundial.
Pero el tema central no era Cecilia Bolocco. Así, paso a paso, Oscar Godoy fue luego explicando lo que titulé como El ABC de 1989 y describió las etapas del proceso renovador del poder ejecutivo. Analizó quiénes podían ser los candidatos presidenciales, y las alternativas y las hipótesis, de acuerdo con lo que estaba dispuesto en la Constitución.
Creo que ante mi pregunta ¿Qué es lo que realmente puede pasar?, él, visionario, me respondió:
-La única certidumbre que tenemos acerca de lo que va a pasar es aquello que está contemplada en la Constitución. Esta establece un cronograma que es lo que debe realizarse obligatoriamente. Otras alternativas son eventuales, posibles, probables, pero no podemos asegurar que vayan a acontecer. Lo que sí podemos asegurar que va a acontecer es que se va a aplicar la Constitución. De lo contrario estaríamos pensando también en algo posible -una revolución, un golpe de Estado, un auto golpe-, pero que hay que descartar. Lo cierto es que se va a aplicar la Constitución, y a partir de eso hay variaciones sobre el tema.
Eso ya es pasado.
Recordé esta entrevista ahora, nuevamente en pleno fragor constitucional, cuando supe, a fines de abril, que Oscar Godoy ya no estaba entre nosotros.
Lillian Calm
Periodista
01-06-2023