FUERA DEL HURACÁN

FUERA DEL HURACÁN

Lillian Calm escribe: “Al organizar esta exhibición el museo (Thyssen-Bornemisza) no solo cumple un papel de divulgación, sino que se convierte en custodio. Y lo reconoce públicamente al considerar que ‘también salvaguarda el patrimonio del país durante la ocupación actual de su territorio por parte de Rusia’”.

Solo hasta el 30 de este mes de abril estará a la vista En el ojo del huracán 1900- 1930, en Madrid. Se trata de una muestra de la colorida vanguardia del arte ucraniano, a la que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza le ha abierto las puertas. Y no fue fácil: la travesía en camiones desde Kiev al parecer tuvo que sortear algún misil y, además, la caravana debió permanecer horas de horas detenida en la frontera.

Nos duele la muerte de cada ucraniano. También de cada ruso. Pero, ¿qué ha ocurrido con los museos?

Ya el segundo día de la guerra, Putin y sus hombres -era febrero del año pasado-, atacaron Ivánkiv, 52 kilómetros al sur de Chernóbil, en Ucrania. ¿Sabían o no que ese museo contenía gran parte de la obra de María Prymachenko, una de las artistas ingenuas más renombradas del país? Solo tres meses más tarde Kiev ya declaraba que Rusia había saqueado más de dos mil obras de arte.

Pero hubo algunas que pudieron permanecer a resguardo y conservar así un arte muy propio. Voceros del mismo museo madrileño, situado en el Paseo del Prado, explicaron que “a pesar del complejo contexto sociopolítico en el que se desarrolló la vanguardia en Ucrania (caídas de imperios, la Primera Guerra Mundial, las revoluciones de 1917, la Guerra de Independencia de Ucrania, la creación de la Ucrania soviética, la represión intelectual de Stalin o la hambruna de 1932-1933), la creación artística del país vivió durante esta etapa un renacimiento y un período de experimentación”. 

Para los organizadores, “ En el ojo del huracán recupera este capítulo poco conocido del arte de vanguardia occidental,  reuniendo cerca de 70 obras entre las que se encuentran pinturas, dibujos, collages o diseños teatrales”.

Sin embargo hay más. Al organizar esta exhibición el museo no solo cumple un papel de divulgación, sino que se convierte en custodio. Y lo reconoce públicamente al considerar que “también salvaguarda el patrimonio del país durante la ocupación actual de su territorio por parte de Rusia”.

¿Cuál será la condición en que se encuentre Ucrania en apenas unas semanas más, cuando cierre la exposición del Thyssen-Bornemisza? Aunque no suelo ser pesimista me temo que, como van las cosas, esas obras ucranianas tendrán que permanecer, al menos por ahora, donde están. Es decir, en la Europa occidental y muy lejos de su propia patria.

 

 

Lillian Calm

Periodista 

13-04-2023

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