KAST Y BORIC BAJO EL PRISMA DE UN EX CANCILLER DE PERÚ

 

Lillian Calm destaca la visión de Francisco Tudela, entrevistado en Lima por un periodista peruano: “José Antonio Kast representa una nueva generación con un nuevo concepto: el de la derecha sin complejos: ‘yo soy liberal, yo soy republicano, yo soy demócrata, defiendo los valores de Occidente y por lo tanto soy de derecha’. ¿Cuáles son los valores de Occidente? La libertad, el valor de la persona humana, la independencia, la familia, en fin, todo lo que el neo comunismo odia. Frente a una izquierda avasalladora que no solo no tiene complejos sino que es abusiva, como ha ocurrido en el caso de Nicaragua, la respuesta es esta derecha democrática sin complejos”.

¿Cómo se observa desde fuera lo ocurrido en la jornada del 21 y lo que puede suceder el 19? O, más bien, qué se vislumbra como consecuencia de los sufragios ya emitidos y de los eventuales de la segunda vuelta que puedan definir el porvenir de Chile?

Quien analiza lo ya sucedido y lo por venir es el ex canciller del Perú, Francisco Tudela, quien nos conoce bien porque incluso vivió durante un tiempo en Santiago. Tras recorrer las tendencias mundiales y entrevistado en Lima por el programa El Montonero, aterriza virtualmente en Chile en ese espacio titulado -no al azar- Chile, América Latina y el Perú.

 

Me limitaré, en este interregno entre dos fechas electorales, a destacar sus frases (yo desapareceré), tras la cita que él hace de unas palabras del candidato José Antonio Kast, que, a su juicio, lo resumen todo: ‘Frente a una izquierda sin complejos, una derecha sin complejos’”.

 

Habla Francisco Tudela:

 

“En Chile había mucho pesimismo porque se pensaba que la victoria de Pedro Castillo en el Perú iba a tener una influencia propagandística en la elección chilena… que la debe de haber tenido, dicho sea de paso. La elección chilena este año, y la colombiana y la brasileña el próximo año, son decisivas para saber si América del Sur cambia totalmente de bando y se pasa al bando sino-ruso-iraní contra Occidente o permanece anclada en porciones significativas en alianza con Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón… Se dio la elección y ganó José Antonio Kast, del Partido Republicano, fundado en 2019 a raíz de los desmanes horrorosos que los agitadores comunistas y la brisa bolivariana, estimulados por Venezuela, cayeron sobre Chile como un terrible tornado destructivo.

 

“No hay acción sin reacción y esa reacción fue la fundación del Partido Republicano. Kast había renunciado en 2016 a la UDI y logró ganar esta primera vuelta presidencial frente al candidato neocomunista, aliado al Partido Comunista, a los socialistas cristianos y a los verdes…”.

 

 

Derechas vergonzantes

 

“¿Cuál es el pecado de las derechas latinoamericanas? Que son derechas vergonzantes. Siempre han buscado la aprobación de la izquierda. Hoy en América Latina frente al abuso del pensamiento políticamente correcto, al arrinconamiento deliberado de las distintas corrientes no marxistas en América Latina por parte del socialismo, al monopolio cultural del socialismo posmoderno, finalmente se ha producido en todo el continente una reacción. Pero la culpa la tiene el neo marxismo que ha abusado del sistema democrático para violentarlo y hacerse permanentemente del poder, técnica populista del neo comunismo, como está descrita, por ejemplo, en varios de los libros de Marta Harnecker (marxista leninista de cuerpo entero, que asesoró a Fidel Castro, a Chávez, a Maduro).

 

“La respuesta de Kast ha sido ir a la elección sin ningún complejo. Sin pedir ninguna disculpa por ser de derecha. Le dicen ‘usted es ultraderechista’. Esa es una falacia porque no hay nadie que esté a la izquierda de Kast en la derecha. Kast se ha convertido en el polo que aglutina a todo el centro-derecha y derecha que existe en Chile. No se lo puede acusar de ultraderechista porque, históricamente, las ultraderechas plantean primero, una nostalgia histórica de regreso al pasado, que Kast no tiene; en segundo lugar, plantean un un socialismo corporativista que Kast no plantea (Kast es un liberal); y, en tercer lugar, las ultraderechas impugnan el sistema democrático, cosa que Kast nunca ha hecho… Es una calumnia”.

 

Boric: neocomunista como Pedro Castillo

 

“Los titulares de los diarios me divierten porque muestran este cinismo y cómo los periodistas adulteran el cable adjetivándolo. Dicen: ‘El ultraderechista Kast queda enfrentado al izquierdista Boric’, como si Boric fuera un democristiano. Nada de eso. Boric es un neo comunista como Pedro Castillo. Kast no puede ser definido por los cánones que la ciencia política asigna a la ultra derecha.

 

“Boric ha defendido en sus declaraciones públicas primero al castro chavismo; ha defendido la dictadura venezolana; y ha defendido al partido Podemos, que formó hasta un momento dado, con Pedro Sánchez, una coalición socialista marxista en España. Es decir, está vinculado al neo comunismo mundial”.

 

Un estudiante perpetuo

 

“Más aún, Boric es un personaje curioso. Hace unos años tuvo que ser internado en una clínica por un episodio dramático de comportamiento obsesivo compulsivo. Eso se encuentra hasta en Wikipedia. Es una persona que no pudo graduarse tras terminar sus estudios de abogado. Representa al típico hombre de la política universitaria que, como teníamos antiguamente en el Perú, estaba veinte años en la Universidad… Era el rival de Camila Vallejo, pero no era un rival ideológico; era un rival por el poder. Es así como llega a ser presidente de la Federación de la Universidad de Chile, pero no se gradúa nunca. Es un estudiante perpetuo.

 

“José Antonio Kast representa una nueva generación con un nuevo concepto: el de la derecha sin complejos: ‘yo soy liberal, yo soy republicano, yo soy demócrata, defiendo los valores de Occidente y por lo tanto soy de derecha’. ¿Cuáles son los valores de Occidente? La libertad, el valor de la persona humana, la independencia, la familia, en fin, todo lo que el neo comunismo odia. Frente a una izquierda avasalladora que no solo no tiene complejos sino que es abusiva, como ha ocurrido en el caso de Nicaragua, la respuesta es esta derecha democrática sin complejos”.

 

Principio de identidad de Aristóteles

 

“La derecha del siglo pasado, hasta antes de la caída de la Unión Soviética, estaba acomplejada frente a la izquierda y entonces tenía una actitud de hacerse perdonar por la izquierda: de ser un poco socialista, de tratar de ser autogestionaria, de decir ‘yo también soy de izquierda, pero soy de derecha’. Según el principio de identidad de Aristóteles una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. No se puede ser de derecha y de izquierda al mismo tiempo y, por eso, las derechas latinoamericanas son raquíticas. Por una deficiencia de lógica interna. Por querer jugar a ser un poco izquierdistas para ganar las elecciones, para ganarse el favor de los estudiantes.

 

“Esa época ha terminado. ¿Quién la ha matado en América Latina? El Foro de Sao Paulo. La arrogancia de los gobiernos neo comunistas surgidos del Foro de Sao Paulo ha producido una reacción: esa reacción es el nacimiento de las derechas sin complejos en América Latina. En el Perú hace cinco años nadie entrevistado por un periodista habría dicho ser de derecha. Hoy sin ningún empacho la gente dice que es de derecha. Eso es nuevo”.

 

El paradigma se ha roto

 

“Pero la derecha del siglo XXI es una derecha republicana, democrática, cuya diferencia fundamental está en que no es culturalmente posmoderna y neo marxista. En un universo gramsciano en que la conquista de la cultura por el neo marxismo en la universidad, en los medios, incluso en la empresa, ha sido la regla en los primeros quince años de este siglo, y esto venía desde los años setenta del siglo pasado, finalmente el paradigma se ha roto. Surgen derechas republicanas, democráticas, partidarias del libre mercado y de la función social del Estado, pero que no se dejan avasallar por el posmodernismo marxista cultural y, por lo tanto, sus categorías no son indiferentes frente a los valores que la tradición ha traído de la civilización occidental, como la familia, la autonomía de la persona humana, su libertad para decidir su trabajo, cómo se va a ganar la vida...

 

“Todo eso que había sido fuertemente atacado por el ambiente cultural creado por la posmodernidad marxista, ha encontrado finalmente una reacción no solamente en América Latina sino en el mundo entero. De tal manera que nadie sabe a ciencia cierta cual va a ser la evolución de esta gran batalla histórica que se está dando en todo el globo terrestre”.

 

Lillian Calm

Periodista

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